Banco Sabadell se encuentra en una situación muy complicada.
En este año el precio de la acción cae un 66,90% y es el valor más castigado
del IBEX 35. Algunos podrían achacar al covid-19 el castigo recibido en los
últimos meses pero cuando uno mira el gráfico histórico de precios no puede
obviar que la tendencia principal era ya bajista. Desde los máximos de 2018 el
precio de la acción no ha dejado de caer y el único respiro desde entonces
ocurrió a partir de los mínimos de 2019 (agosto) y que perduró hasta diciembre
de dicho año.
Retornando las caidas en los primeros días de este año. Las
ventas no solo dominan el largo plazo, sino también el medio plazo. El pasado
mes de mayo el precio llegaría a caer hasta los 0,2501€ mínimo histórico. A
partir de los mínimos de mayo el precio inició un rebote que chocó con los
0,40€ zona de resistencia y que frenó las esperanzas de los más optimistas que
barajaban una vuelta en V. La
incertidumbre vuelve a acaparar a los inversores y los problemas de los últimos
días ante los 0,35€ invitan a la precaución.
Porque la perdida de los 0,31€ confirmaría una secuencia de
máximos y mínimos relativos. Esto quiere decir que el rebote de las últimas
semanas habría acabado y la tendencia de corto plazo volvería a ser bajista y
una vuelta a los 0,25€ mínimo anual e histórico sería una opción más que plausible.
Solo por encima de los 0,40€ deberíamos considerar comprar con proyecciones
hacia los 0,49€ y los 0,63€. Hoy por hoy la mejor opción es mantenerse fuera de
este valor y echarse en manos del largo plazo es como jugar a la ruleta rusa y aquellos
que optaron por esa falsa creencia lo están pagando muy caro.